viernes, 1 de octubre de 2010

Un rincón de la ciudad donde se ha perdido la cordura

Por: Andrea Quiñónez

Este lugar maravilloso trasciende los parámetros que rigen el comportamiento social, detrás de una puerta verde en una dirección extraña, a la cual no puedes llegar sin que otra persona que haya estado ahí te muestre el camino.

Cuando llegué estaban de fiesta, al ritmo de acordeones y guacharacas todos bailaban, me miraron extrañados y me dejaron entrar con desconfianza. Saludé al único que pensé estaba de mi lado de la cordura, supe que era de los míos porque lo encontré en un rincón embebido en su celular. Me explicó que celebraban el día del amor y la amistad. Esa fiesta que nos obliga a comprar regalos y a jugar juegos que ya no nos divierten.

Encontré un lugar lleno de niños de todas las edades, eternos bebes en sus cunas, que se negaron a crecer, unos más grandes que te abrazan, se abalanzan sobre ti sin conocerte, como cuando saludabas a papá al llegar del trabajo. Una nena rebelde que exige cariño a pellizcos y luego sonríe, gracias a ella cada visitante sale con un recuerdo físico de su estadía.

Juan* que está perdido en el tiempo, ya no le cree a los relojes, porque un día uno de ellos le dijo mentiras. “Tato”* con sus ojos verdes cuida los patos de la granja y Sergio* le cuenta a todo el mundo, orgulloso, que él trabaja en un restaurante. Claudia* prefiere abrazarte las piernas y te golpea si no se lo permites. Este lugar no tiene frustraciones, nadie se siente perdido ni carente de afecto, todos toman de ti lo que necesitan y se van.

Una casa con 55 niños y muchos papás, que los cuidan, los bañan, y alimentan. Otros que son como tíos van todos los días a visitarlos, llevan juegos y acompañan sus procesos, se ganan su cariño y dejan una parte del corazón en cada uno de ellos.

Internado La Esperanza

Una sede alterna al Hospital Mental Rudesindo Soto, donde se atienden y albergan niños en estado de abandono que presentan diferentes tipos de enfermedades mentales, un lugar donde la vida puede darles la oportunidad de tener una convivencia digna, de comer todos los días y contar con el apoyo profesional que necesitan.

Es uno de los escenarios de Práctica de los Fonoaudiólogos en formación de la Universidad de Pamplona, donde tiene la oportunidad de contribuir en el mejoramiento de la calidad de vida de los internos realizando programas de promoción y prevención, evaluación y diagnóstico de patologías relacionadas con la Comunicación Humana y la Alimentación. Supervisado por el Fonoaudiólogo Yohandris Rodríguez Brito.

Meilly Sánchez, Yaneth Marchena, "Juan"*, Eliecer Molina, Payaso Policía 1, Payaso Policía 2, "Carlitos"*, Fonoaudiólogo Yohandris Rodríguez.
El 30 de Septiembre organizaron una fiesta con motivo de la celebración del Día del Amor y la amistad. Gracias a la gestión realizada la Policita Nacional envió a su grupo de payasos para que animaran la reunión, compartiendo con los niños, jugaron, se tomaron fotos y los hicieron formar parte de sus presentaciones. Comerciantes de la ciudad donaron algunos regalos para las actividades y concursos que se tenían planeados. La cuota musical fue el Conjunto Vallenato de Eliecer Molina, Fonoaudiólogo en Formación de octavo semestre, que los puso a bailar y a cantar al son del acordeón.

Vídeo: Yaneth Marchena, Fonoaudióloga en Formación. CAP

Una tarde diferente y divertida, que nos unió en un lenguaje compartido, la alegría y celebración de la vida, el amor y la amistad, construyendo lazos y abrazándonos en un sentimiento que muchas veces olvidamos las personas del exterior, la Alegría.


*Nombres cambiados

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